Archivo N.2: Un Cuarto Azul y Gris. Documento 1.

shinhy_flakes

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“Un misterio que se resuelve con una explicación nunca lo ha sido. Todo misterio auténtico se resiste a la explicación; Y no porque rehúya el examen con algunas dobles verdades, sino porque su esencia misma no permite resolverlo de un modo racional.”
Kerényi, K. (1950), En el laberinto, p.51, Madrid: Siruela, ISBN: 978-84-78844-973-6.

La luz del sol señalando el inicio del día entro por la ventana de la habitación de Sara, una chica de 16 años que asistía a una prestigiosa escuela privada, donde habían muchas personas inteligentes y con grandes aspiraciones futuras, el cabello de Sara era pelirrojo como las hojas de otoño anunciando el inicio de una nueva estación, sus ojos eran azules y rebosantes de vida y felicidad, tras despertar de un increíble sueño y dar un bostezo gigante se preparaba para ir a la escuela, los padres de Sara la querían mucho y ella era la admiración de su hermano menor Tyler, ambos tenían un parecido muy impresionante, los dos poseían un cabello reluciente en rojo y ojos del pacifico color azul deslumbrante, después de cambiarse se despidió de su hermano y de sus padres para ir a la escuela, en el autobús se encontró con su mejor amiga, Marie tenía el cabello negro y sus ojos eran azules, también traía puesto el uniforme escolar, Marie y ella se conocían desde hace mucho tiempo básicamente crecieron juntas y ahora estudiaban en la misma escuela, durante el viaje se la pasaron hablando sobre lo que tenían planeado hacer este verano, Marie quería pasar más tiempo con su familia ya que como siempre estaban trabajando no habían tenido mucho tiempo para tener una relación familiar estable.
Sara tenía planeado hacer un viaje con su familia, sus padres habían preparado un viaje a Hawái en donde disfrutarían de la buena vida, ellas continuaron conversando todo el camino riendo y divirtiéndose por sus planes familiares, cuando por fin llegaron a la escuela se encontraron con el resto de sus compañeros, el primero en saludar fue Andrew era un chico de cabello castaño cuya pasión eran los deportes pero también la gramática y la historia, sus ojos eran verdes y tenía el físico natural de un deportista, él era solo un año mayor que Sara y Marie, pero era una buena persona y siempre las había tratado bien, Marcus fue el siguiente en extender los saludos, él era carismático y un poco torpe, sus cabello era negro y sus ojos eran del mismo color, llevaba unos lentes que lo hacían mostrar su intelecto, o más bien lo hacían lucir así, él también era un año mayor que Sara y Marie, era alguien muy inteligente y sacaba un buen promedio en los exámenes de la clase.
Y por último estaban Kate y Alex, Kate era Rubia y sus ojos eran verdes como un trébol de la suerte, y Alex era un chico calmado y sereno, con una personalidad un tanto fría, pero era una buena persona, había ayudado en varias ocasiones a su grupo y los ha apoyado a todos cada vez que podía, el cabello de Alex era Negro y un poco desliñado, sus ojos también eran negros y no reflejaban muchas emociones, siempre parecía decaído, pero la verdad Sara lo veía como una buena persona en la que estaría dispuesta a darle toda su confianza.
Kate, era un tanto tímida, pero siempre mostraba una sonrisa y reflejaba felicidad a las personas con su forma de ser, cada uno de ellos tenía una fuerte conexión y no dudaban cuando se trataba de apoyarse el uno al otro.
De pronto sonó la campana de la escuela, anunciando la entrada a clases, todos sus amigos junto con Sara se dirigieron a la clase, a pesar de las actitudes diversas de cada uno, solo eran un reflector de sus personalidades, ya que todos poseían una inteligencia impresionante y destacada, de entre todos Sara era la que poseía el promedio más alto en términos de inteligencia, sin embargo Alex era la persona con la que siempre empataba, casi parecían rivales al momento de decidir quién de los dos poseía una mente más elevada, pero Sara sabía que sería un error muy grave subestimar a Alex, pues cada vez que Sara lo intentaba comprender se le hacía muy difícil, no obstante esto no era un problema para Alex ya que estaba estudiando psicología y también algo llamado el arte de leer a las personas.
El que también pisaba los talones de ambos era Marcus, Andrew y Kate también eran bastante inteligentes y cada uno de ellos mostraba cualidades muy buenas al momento de trabajar, cuando la clase termino todos se reunieron en el patio de la escuela, Sara conversaba con sus amigos recostados en el cómodo césped al lado de un árbol, recostado de este estaba Alex quien leía un libro sobre filosofía básica, y al mismo tiempo era capaz de conversar mientras leía, Sara les comento los planes que tenía para su familia al inicio de las vacaciones de verano, y todos comenzaron a hablar de lo que querían hacer.
Andrew quería encontrar un buen trabajo de medio tiempo para poder pagar la medicina de su abuelo, quien se encontraba en un estado un tanto problemático, la escuela le quitaba mucho tiempo pero ahora que tendría tiempo libre se disponía a dar lo mejor de sí por su querido familiar, Kate quería ayudar a su madre con su negocio de costura, ella sabía que no era demasiado pero era algo que quería hacer con su madre para pasar tiempo con ella, el padre de Kate había muerto hace 4 años en un accidente automovilístico, lo que causo un enorme vacío en su familia, pero ella junto con su madre lograron seguir adelante decididas a enfrentar la vida, Marcus no tenía muchos planes ese verano así que pensó en dedicarse a algún pasatiempo o a encontrar una buena universidad a la cual asistir.
Después de escuchar todas las ideas del grupo solo faltaba Alex, quien respondió que tomaría clases de medio tiempo y que seguiría practicando dibujo y filosofía, pero más que todo fue lo que dijo después lo que llamo la atención de los demás, Alex dijo que quería encontrar respuestas difíciles y descifrar la mayoría de casos desconocidos en el mundo, quería ser capaz de usar su inteligencia para las razones correctas, les dijo a sus amigos que desde pequeño había soñado con ser un detective, alguien que resolviera misterios y trajera la justicia verdadera al mundo.
Todos se impresionaron al escuchar eso de Alex, pero ninguno de ellos dudo al respecto sobre su sueño, desde que lo conocieron Alex siempre fue capaz de resolver acertijos muy difíciles y resolver problemas de un rango muy complejo, ninguno de ellos refuto ni cuestiono la capacidad de Alex para conseguirlo, eso a todos les llamo un poco la atención, el hecho de usar tus conocimientos de una manera en que pueda beneficial a la gente, era algo muy noble y valeroso.
Luego de conversar, volvieron a clases, hoy tenían un examen complicado que planteaba cuestiones algebraicas, junto con algunos ejercicios de física, y matemática avanzada, después de terminar con el examen Sara y su grupo se tomaron un descanso merecedor por su esfuerzo individual, para la clase a la que asistían ya era monótono el esperar que los primeros en terminar fuera el “grupo de oro”, que fue el apodo a los mejores alumnos del aula que se les fue asignado a Sara y a sus amigos.
Después de las clases restantes, cada uno volvió a casa con la confianza de una buena vida por delante, la familia de Sara la había recibido con los brazos abiertos y luego de pasar un buen tiempo de calidad, el día había llegado a su fin, en medio de la noche, Sara trataba de mantenerse dormida pero se contorsionaba constante mente debido a una pesadilla que había surgido de la nada, en esa imagen mental, había un extenso pasillo oscuro, ese pasillo tenía una alfombra roja que cubría gran parte del suelo, y las paredes eran blancas como las nubes, ella se encontraba recorriendo ese inmenso pasillo sin razón alguna, cuando finalmente llego al final del corredor, se encontró en una habitación muy estrecha, pudo ser capaz de observar una figura encorvada sentada de espaldas en una esquina de la habitación, era una figura humana muy pequeña, como si se tratase de un simple niño.
Sara, un tanto asustada intento volver por el corredor por donde había llegado, pero tan pronto como giro su cabeza el pasillo completo se había esfumado, no había más que una pared en donde estaba antes ese oscuro y aterrador corredor, ella regresa la vista al frente y en ese instante frente de su rostro se abalanza esa figura humanoide en su dirección, su cara estaba conformada por simples orificios oscuros que cubrían toda su cara, no habían rastros de ojos ni boca ni nariz, toda esa figura facial estaba desfigurada y maltratada con rastros de carne putrefacta y desgarrada, en ese momento los colores desaparecen y todo se vuelve negro, después de escuchar una voz que solo le susurro: “Bienvenida”
Justo entonces, Sara despierta de aquella horripilante pesadilla, estaba totalmente pálida y el sudor recorría todo su cuerpo, no dejaba de transpirar buscando restablecer sus ideas, se sentó sobre su cama y toco su cabeza diciéndose a sí misma que fue solo un sueño, pero su corazón no dejaba de latir a un ritmo desmesurado, ella decidió olvidarlo y no dejar que un mal sueño le arruinara el día, pero antes de levantarse de la cama observo que junto a su mesa de noche había una carta en un sobre, ella se dijo que sería una carta de su madre, la guardo en su bolso para revisarla luego, al salir de su habitación se percató de que ni sus padres ni su hermano estaban en casa, ella asumió que habían madrugado antes que ella, cuando llego a la escuela se encontró con sus amigos, todo parecía normal y no había nada fuera de lo común, ¿por qué no habría de estarlo?, se dijo Sara así misma, ella saluda con entusiasmo a sus compañeros, pero de la nada Sara se sumerge en la confusión en cuanto Alex le hizo la siguiente pregunta a Sara: ¿Quién eres tú?
Sara no entendió el cuestionamiento de su amigo, al principio creyó que era una broma, pero Alex no acostumbraba a ser un bromista, ella le reclamo a Alex sobre esa broma, pero pronto se dio cuenta que Marcus, Andrew, Kate y Marie le hicieron la misma pregunta, Sara seguía creyendo que era una broma todo lo que decían pero no se le hacía gracioso, ella en un falso intento por seguir la corriente les dijo su nombre y les pregunto la razón de esa broma de mal gusto, les hizo varias preguntas reclamarías sobre lo que estaban haciendo, pero pronto la ignorancia hacia Sara se presentó departe de su grupo y la dejaron de lado una vez que escucharon la campana.
Sara se sentía confundida, inquieta y preocupada, sus amigos no son la clase de personas que harían algo como esto, ellos se conocían desde hace mucho y el que puedan decir algo como nunca haberla visto era algo abrumador para cualquier persona, ella trato de alcanzarlos al salón después de volver en sí, había sido la última en llegar por culpa de su reflexión, en cuanto llego se disculpó con la profesora por haber llegado tarde, entro buscando a sus amigos para reclamarles por haber hecho algo tan horrible como esa broma, y en sus acusaciones, la profesoras la interrumpe preguntándole: Disculpe, señorita ¿Quién es usted?
A partir de este punto ella no sabía que pensar, la profesora tampoco la conocía, Sara con una mirada de preocupación, se realizó miles de preguntas y dudas simultaneas en su cabeza, incluso si fuese una broma, ningún profesional aceptaría formar parte de algo así, ella observaba a su alrededor y las miradas de todo su salón se centraban en ella, incluso las de sus amigos, todos reflejaban la misma expresión de des conciencia sobre su persona, ella le dijo a la profesora su nombre, tratando de zafarse de esa burla atroz, pero su nombre tampoco se encontraba en la lista de estudiantes, ella impactada tras escuchar eso, decide ver la lista por con sus propios ojos, y demostrar que hay se encontraba su nombre pero, el lugar donde debería de estar ubicado no existía, su nombre realmente no estaba en la lista.
Su preocupación comenzaba a extenderse a un punto sin retorno, la profesora le preguntaba a qué clase asistía realmente y quien era en realidad la persona a la cual había tenido como estudiante durante el inicio escolar, ella no sabía que contestar aparte de la realidad pero solo consiguió que la llevaran a la correccional, en ese lugar, el director le solicito a Sara su identificación y también el número telefónico de sus padres, sin embargo su identificación no la encontraba con ella, Sara siempre se aseguraba de tenerla a la mano pero no estaba en ningún lugar de su bolso, cartera o bolsillos, ella trataba de convencer al director sobre la realidad, pero incluso él no sabía sobre ella, fue entonces que Sara se dispuso a llamar a sus padres para terminar de una vez por todas esta locura, pero en cuanto llamo a su padre este le contesto: ¿Hola, quién eres?
Su preocupación se había convertido en un abundante pánico que invadió todo su ser, tras escuchar a su propio padre preguntar algo así, ella le decía quién era, le aclaro su identidad pero de pronto su padre le dice: ¿Mi hija? Yo no tengo ninguna hija.
El mundo de Sara se vino abajo después de escuchar esas palabras, el director le pidió que esperara hasta que se arregle este asunto, incluso le dijo que las autoridades podrían verse involucradas, ella en su inestabilidad, sale corriendo en dirección a su casa, con lágrimas en sus ojos mostrando una profunda desesperación, la cual eliminaba todos los pensamientos de felicidad y alegría de su mente, salió rápidamente de la institución y fue hacia su casa, pero cuando llego después de mil dudas y preguntas, no pudo hacer más que arrodillarse después de ver lo que tenía enfrente de sus ojos, el hogar en el que había vivido durante toda su vida ahora no era más que una simple casa abandonada cuyas ventanas estaban rotas y la pintura se desprendía de la estructura del lugar junto con diversas telarañas e insectos que la rodeaban, Sara no podía creerlo, se preguntaba una y otra vez como había pasado esto, si esta mañana todo estaba normal, su cabeza se volvió un huracán de sentimientos negativos, que carcomían cada parte de su existencia eliminada de este mundo, en su propio trance auto impuesto se adentró en su casa observando el vacío interior que la conformaba, toda pertenencia y recuerdo añorado había sido eliminado por completo, sus amigos, su familia, toda su vida había sido olvidada de manera tan repentina.
Ella subió a su habitación vacía, sin ningún tipo de objeto material, solo telarañas que colgaban entre las partes más sólidas e inmóviles de la habitación, Sara se sentó en una esquina del lugar y reposo su cabeza entre sus rodillas, haciéndose una última pregunta sin respuesta: ¿Por qué?
Llorando, desconsolada, anhelando que todo fuese solo una pesadilla de la cual pronto pueda despertar, después de pasar por un tiempo de impotencia, había recordado algo que todavía conservaba de su antigua vida y era la carta que había guardado en su mochila, había olvidado que la tenía encima, ella de inmediato abrió el sobre, ye leyó el contenido de la carta, la cual decía:
“No todas las preguntas tienen respuesta, es solo otra forma de expresar el miedo a la verdad, el miedo te hace sentir que estas vivo, la noción de que tu vida peligra junto con la necesidad de preservarla es lo que te hace entender que estas vivo, que lates, si no tienes miedo no estas vivo.
Tu existencia solo se reduce a la nada y dejas de vivir, quieres vivir, eso es algo que muchos quieren pero no lo obtienen fácilmente, la misma es relativa, muchos quieren vivir causando muerte a los demás, todo se redondea a lo mismo dar y recibir.
Te están esperando, ya no estás aquí y nunca lo estarás a menos que estés allá, te doy la bienvenida porque yo te conozco, aceptar o negar, renunciar o intentarlo, todo se redondea a lo mismo con una única decisión diferente, busca tus respuestas detrás de una puerta, sigue su rastro y no lo pierdas de vista, depende de ti.”
Sara Park.

Sara analizo con detenimiento la carta, al darse cuenta que su nombre aparecía en ella le hizo entender que quien sea que le haya escrito ese mensaje la conocía, y que su existencia aún se conservaba presente en la mente de esa persona, la carta parecía un acertijo muy evidente de manera intencional, pero al mismo tiempo era confuso, “Busca tus respuestas detrás de una puerta, sigue su rastro y no lo pierdas de vista.” Fue el verso que más le causo intriga, si se refería a buscar una respuesta, sería entonces que podría ser capaz de saber cómo volver a hacer que todos la recordaran y que su vida vuelva a la normalidad, también para saber la razón de todo esto, pero no estaba segura de a qué se refería con encontrarlas detrás de un puerta, en sus dudas Sara comienza a escuchar una voz que la llamaba. Era una voz conocida, se trataba de Marie, ella decía el nombre se Sara mientras la llamaba desde distintas partes de su casa, ella se levantó y comenzó a buscar el origen de la voz, al mismo tiempo llamaba a Marie pidiéndole que le dijera su ubicación, recorrió varios sectores de su casa, en busca de su amiga, pero cada vez que llegaba a un punto, la voz cambiaba de lugar.

Sara siguió corriendo por el lugar hasta que pudo ser capaz de escuchar la voz venir del ático de la casa, sin embargo, por alguna extraña razón la pequeña puerta del ático era en realidad una puerta hogareña de madera con ciertas ternitas y otros insectos desagradables, la madera parecía como si tuviera años siendo carcomida y descompuesta, Sara trato de alcanzar la puerta, y cuando por fin fue capaz de hacerlo logro abrirla, y justo en ese instante ella escucha un ruido detrás de su posición, cuando observa lo que había a sus espaldas a una distancia muy extensa, se encontraba ese pasillo que había visto en sus pesadillas, era imposible que algo así pudiera pasar, estaba segura de que no estaba soñando, todo lo que la rodeaba era simplemente imposible de analizar con lógica razonable, en una de las habitaciones del pasillo detrás de Sara, una mano amorfa con 6 dedos se asoma desde el borde de la puerta, lo que surge de ahí, era una figura humanoide, cuyas extremidades estaban pegadas con clavos a su cuerpo, parecía un cadáver masculino, pero la cabeza de este estaba invertida, cuando esta cosa caminaba se tambaleaba y convulsionaba mostrando señales de agonía, su cuerpo estaba podrido y tenía cuchillos y incrustados en su cuerpo, era un ser sin piel exterior, como se la hubiesen arrancado a la fuerza, la bestia nauseabunda ejerce un grito tan agudo y ronco que estremece los oídos de Sara quien se encontraba en shock después de ver lo que tenía en frente.
La criatura empieza a correr en dirección a Sara sin rechistar, ella grita de terror y pronto se percata de que en frente de ella había un callejón sin salida, solo estaba la puerta de arriba como único método de escape entre ese pasillo estrecho, Sara sin dudarlo salta hacia la puerta y con mucha fuerza en sus brazos intenta subir y entrar por la puerta, y cuando estaba a punto de entrar, alguien le dice: ¡SARA!
De la nada desde el otro lado de la puerta alguien toma su mano y la ayuda a ingresar a la habitación, la puerta por si sola se cierra y Sara cae al suelo por el brusco movimiento, cuando se percata de quien la había ayudado se iluminaron sus ojos, se trataba de Marie, estaba justo allí sosteniendo todavía la mano de su amiga, Sara se dio cuenta de que Marie sabía quién era ella, pero solo trajo más preguntas que respuestas, Marie la ayudo a reincorporarse, ambas aún tenían la sensación de adrenalina en sus cuerpos, con una gran alegría Sara abraza a Marie, contenta de saber que su amiga sabía quién era y que la había salvado, ella le pregunto a Marie donde estaban y que estaba pasando, pero Marie no sabía más de lo que ya sabía Sara.
Ella le pregunto cómo había llegado aquí, a lo que le responde: “cuando había llegado a la escuela, nadie me conocía ni siquiera tú, todo lo referente a mi había sido borrado, nadie me reconocía y cuando volví a casa al entrar aparecí en este cuarto, la salida había desaparecido y en medio de la habitación había un espejo, en cuanto me mire en él, pude observarte a ti, estabas recostada en un lugar muy sombrío, comencé a decir tu nombre con la intención de llamarte, y pronto me diste resultados, tú me podías escuchar, así que continúe llamándote hasta que sin darme cuenta una puerta había aparecido en el suelo de la habitación, en cuanto se abrió, tu saliste de allí y te ayude a subir”
Las dos conversaron sobre lo que les había pasado y compartieron experiencias, ambas no podían creer lo que estaba pasando, nada de esto tenía sentido y carecía de lógica, ambas trataron de volver, pero la puerta se había cerrado completamente, además de que no sabían si eso aún seguía detrás de esa puerta, de la nada la luz de la habitación comienza a parpadear de un instante a otro consecutivamente, lo único que se podía reflejar entre las sombras era el cristal del espejo enfrente de las chicas, cada vez que la luz se apagaba se sobre saltaban un poco, y fue cuando en el espejo se observaba con cada apagón una silueta oscura que se formaba detrás del reflejo de las chicas, Marie quería voltear a ver si de verdad había algo allá atrás, pero Sara con un gesto corporal le indica que no lo haga, Sara sentía que si llegaba a voltear algo malo pasaría.

La silueta, se empezó a mover rodeando a las dos chicas lentamente de manera natural, tanto Sara como Marie estaban asustadas de lo que podría pasar y su respiración se hacía cada vez más forzada y pesada, de pronto la forma de esa cosa se refleja en el espejo con su propia figura, era un pequeño niño, cuyos ojos eran lenguas humanas cortadas y cosidas en sus cuencas, su garganta estaba cortada y tenía una serpiente rodeando su cuello y su cuerpo la cual entraba por su estómago y salía por su boca devorando cada parte del camino que recorría alrededor del cuerpo del niño, la respiración de Marie era cada vez más intensa y ambas se asustaron después de ver al horrible ser que tenían en frente, entre lágrimas de terror y pánico, el espejo comienza a mostrar escenas macabas y horribles de sus vidas y la de sus familiares siendo masacrados y descuartizados de manera voluntaria, las horribles escenas de situaciones macabras y tormentos eternos las tentaron a romper con fuerza bruta el espejo, Marie de un golpe rompe el espejo después de gritar de pánico, el espejo roto revela una segunda habitación, la mano de Marie se cortó por los fragmentos de cristal que se incrustaron en su piel, estaba sangrando mucho, y un gran trozo de vidrio se había incrustado muy profundo en su mano, Sara trataba de calmarla, pero la situación no era favorable.
Ellas apenas si podían contener sus pensamientos, tenían que salir de ese lugar sin importar que, después de pasar por esto, Sara trato de quitar el trozo de cristal incrustado en la mano de Marie, al hacerlo Marie no podía dejar de gritar del dolor y de llorar de agonía, tan pronto como la quito se dispuso a vendarla, ya que no podían desinfectar la herida era lo único que se podía hacer, lo mejor era salir rápido para poder atender correctamente a Marie, antes de que se infecte la herida, decidieron avanzar con la esperanza de poder encontrar alguna salida, entraron hacia el otro lado del espejo, era un lugar muy diferente, y al mismo tiempo más aterrador, era un corredor oscuro en el que colgaban del techo unas muñecas aterradoras de porcelana, cada una desgastada y maltratada, con diferentes partes rotas y diversas extremidades faltantes.
Ellas dudaron de querer continuar pero era el único camino que había, no tenían opción si querían salir de allí tenían que seguir adelante, mientras caminaban se escuchaban voces de niños y llantos de bebes resonando por todo el lugar, ellas no querían mirar a su alrededor, estaban muy asustadas, a medida que caminaban se toparon con una vela en medio del corredor que daba una cálida luz pero al mismo tiempo ejercía intriga, no era cualquier vela si no una de cumpleaños, sin entender esta señal, se dispusieron a hacer lo obvio pero era la única fuente de luz en la habitación, sin embargo no había ningún otro camino que tomar, así que Sara apago la vela dudando de si debía hacerlo, pronto la oscuridad se hizo presente ante todo, y de manera sencilla, se encontraban en una habitación sin ningún cambio en el ambiente, el corredor no estaba, pero el cambio más extremo era que enfrente de ellas se encontraba, una horrible figura obesa y con solo una boca por cara, era extraordinariamente robusta y grasosa, no llevaba nada encima y tenía hongos putrefactos creciendo por su cuerpo, estaba sentado en una especie de trono, hecho de partes de muñecas y viseras humanas, Marie no pudo aguantar más las náuseas que tenía y vomito en medio del salón, yo también estaba a punto de ceder ante todo esto, la cosa repugnante se levanta con esfuerzo del trono, en medio del oscuro lugar arrastra una mesa metálica y en ella una especie de báscula con dos tubos conectados entre sí que conducían hacia un mini contenedor es revelado, ambas basculas tenían este propio conducto que actuaba como una especie de filtrador y en el centro de la mesa había un cuchillo muy afilado, Sara y Marie no entendían nada y las náuseas no ayudaban en nada, en ese momento de entre la oscuridad, vuelve a surgir este monstruo pero esta vez con un bebe entre sus brazos, estaba llorando y estaba desnudo, la criatura lo puso encima de una de las basculas y después de observarlo bien, tanto Marie como Sara vieron que tenía una “X” roja dibujada en el estómago, fue entonces cuando la criatura se esfumo de nuevo entre la oscuridad, Sara recopilo toda la información hasta ahora y entendió lo que eso quería que hicieran.
La bascula se tenía que llenar con sangre, la suficiente para que se filtre y se almacene en el pequeño contenedor al que conectaban, el cuchillo era para eso, un lado de la báscula tenia al bebe el otro lado no tenía nada, resumiendo todo, mata al bebe o córtate tú.
En cuanto le dijo esto a Marie se rehusó a aceptarlo, ella quería creer que había otra manera y por mucho que Sara quisiera lo mismo tristemente no había otra forma, querían regresar pero ya no había más que la habitación oscura y sin dirección, sin mencionar la cosa que merodea por el lugar entre las tinieblas, eso solo estaba esperando a que alguna tome la decisión, estaban jugando con ellas de una manera infernal, Sara no podía dejar que Marie hiciera algo como eso, pero y tampoco quería asesinar a un bebe, ella nunca podría ser capaz de hacer algo así, después de pensar por mucho tiempo tomo una decisión, alzo el cuchillo en el aire preparándose para apuñalar, Marie cerro los ojos sin querer ver lo que iba a ocurrir, de pronto el grito de Sara la obliga a abrir los ojos, ella se había apuñalado el brazo izquierdo, Sara gritaba de agonía y la sangre brotaba frenética de su herida, ella sin rechistar rápidamente pone su brazo en la báscula vacía, la cantidad de sangre era tanta que no tardo demasiado en llenarse el contenedor, Sara lloraba y gritaba, se arrodillo del dolor mientras sostenía su brazo lastimado, Marie trataba de ayudar a detener la hemorragia, en ese entonces aparece la bestia de las sombras transpirando en su placer,.
La bestia se percata de que el contenedor estaba lleno, esta toma al bebe entre sus brazos con delicadeza, Sara y Marie sintieron que había pasado lo peor, pero lo que paso después solo les aclaro que esto era solo el comienzo, la bestia tomo al bebe y lo llevo hasta su boca devorándolo y masticándolo sin ningún tipo de piedad, los trozos de huesos y órganos salían de la boca de este ser sin escrúpulos, la sangre salpicaba a la cara de Sara y de Marie las que no podían creer lo que veían, ojos, páncreas, piel, huesos, todo eso se encontraba engullido por esa criatura, las dos chicas vomitaron sin más resistencia, todo su cuerpo temblaba y apenas estaban estables, fue cuando Sara se dio cuenta, de que si hubiese apuñalado al bebe, esa cosa se las hubiese comido, hubieran muerto de una manera tan atroz y sádica, el hecho de haber visto tal cosa les provoco a ambas un trauma inolvidable, la luz se extingue por completo y todo se sumerge en puras tinieblas, ambas amigas no podían ver nada, solo sabían dónde estaba cada una, pronto se dan cuenta de que el suelo se había inundado con algún liquido extraño, ellas no podían ver nada, no podían evitar hacerse a la idea de lo que estaban pisando, el piso estaba completamente inundado, y del susto Marie dio un salto, algo la había tomado del tobillo, de entre todo ese líquido extraño y misterioso algo sujetaba fuertemente las piernas de ambas amigas, según por la forma en que las sujetaban determinaron que eran manos humanas, estas se aferraban con fuerza a las piernas de Sara y de Marie, ellas en su intento de zafarse cayeron en aquel líquido espeso, los ojos de Sara se habían acostumbrado un poco a la oscuridad, y tal como lo pensó estaban rodeadas de un charco gigante de sangre, las manos humanas eran tan oscuras y partes de estas estaban putrefactas y asomaban partes de sus huesos, las manos tomaron los brazos de ambas y las rodearon casi completamente, Sara aún conservaba el cuchillo que había tomado anteriormente, con este empezó a apuñalar los brazos que la sujetaban, en medio del horror sangriento que las rodeaban un ruido agudo quiebra sus composturas, la criatura obesa y grotesca empezó a gritar de una manera tan irreconocible, su estómago se desgarra desde adentro y de este surge una figura amorfa y humanoide, tenía dos cabezas y carecía de tonos de piel y pelo, solo conservaba la mitad superior de su cuerpo completo, en cuanto esta cosa broto del estómago de la criatura sin ningún motivo se dirigía con gran velocidad hacia Sara y Marie, las dos en su pánico consiguen librarse de sus ataduras gracias al cuchillo de Sara, ambas corrieron por sus vidas buscando una salida, mientras miles de brazos y extremidades se disponían a frenar su avance.
La bestia amorfa continuaba persiguiéndolas a gran velocidad, entre la oscuridad, frente del rostro de Sara de un momento a otro apareció la misma criatura que las estaba persiguiendo, tenía una sonrisa horripilante, tan grande que sobresalía de sus mejillas y sus ojos de la misma manera, conservaban un vacío del cual no se podía escapar, en cuanto apareció Sara por instinto trato de acuchillarlo justo en su cuello, y cuando lo hizo un chorro de sangre se vio desatado, pero la bestia antes de caer al suelo retorciéndose del dolor aun sonriendo dijo: “Me mataste por segunda vez”
Sara y Marie supieron lo que significaba eso, pero no querían seguir pensando más sobre el tema, siguieron corriendo con lágrimas en sus rostros, con un frenesís perturbador, en sus cabezas miles de pesadillas se manifestaban por segundo, imágenes de muertes y suicidios a manos de niños y criminales, psicóticos y dementes, cadáveres y sangre, mutilaciones y homicidios, Sara se desesperaba y con sus ojos cerrados con fuerza mientras corría junto con Marie grito: “¡BASTA!”
El pasillo se ilumina y todo cambia de ambiente de repente, se encontraban en otra habitación, había marcas de agarres en sus cuerpos y aun conservaban sus lágrimas en sus rostros las cuales estaban en shock, enfrente de ellas había una puerta de madera pero había algo diferente, ellas pronto se dieron cuenta de que sus pies estaban desnudos, cuando bajaron la vista se percataron de que ambas estaban pisando carbón, todo el suelo de la habitación estaba rodeado de carbón, era otro espacio cerrado, Sara aun en su leve cordura empuja un poco el carbón a un lado con su pie descalzo, para descubrir que el piso era una rejilla por las cuales se transfiere el fuego, los sentidos de ambas amigas se extendieron con el dolor, Sara se exalta en silencio y el fuego comienza a surgir de debajo de la habitación, habían llamas siendo expulsadas por el lugar, los pies de ambas ardían y sucumbían ante el inmenso calor, ninguna pudo evitar la contorsión natural de su cuerpo debido al dolor provocado, por lo que ambas caían al suelo constantemente y se retorcían de agonía, no había ningún lugar para evitar el fuego y el carbón, ellas solo podían tratar de seguir hacia delante para tratar de llegar hacia la puerta, con sufrimiento, ambas se brindan apoyo mutuo y tras muchos intentos, las flamas se volvieron más intensas, ahora sobresalían del mismo suelo, como llamaradas del infierno, gritos, desesperación, tortura constante, todo eso estaba en la mente de ambas compañeras, ellas lograron llegar hasta la puerta y sin rechistar la abrieron para salir de esa habitación, habían muchas partes de sus cuerpos que sufrieron grandes quemaduras.
Transpiraban del cansancio y solo podían pensar en qué tipo de tortura les tocaría enfrentar ahora, Marie de pronto sintió como si algo le hubiese perforado el pecho, atravesando su corazón, Sara le preguntaba lo que pasaba, pero Marie solo emitía ruidos ahogados, ella comenzó a vomitar sin detenerse, Sara trataba de encontrar una solución, cuando observo a su izquierda se percató de que una especie de figura humanoide se encontraba sentada en una esquina justo al lado de Sara, estaba a unos pocos centímetros de ella, esta figura era pálida y su piel era recia y con un aspecto áspero, carecía de un rostro ya que la misma carne de esta cubría toda su cara, no tenía prenda alguna y mantenía sus rodillas encogidas mientras los brazos se enrollaban en ellas, esta cosa parecía mirar fijamente a Sara, ella solo se preguntaba a si misma: “¡¿Cuánto tiempo ha estado ahí?!, ¡¿Qué es esa cosa?!, ¡¿Por qué razón solo está mirándome?!”
Ella solo cruzo una mirada sin respuesta, la cual pareció durar una eternidad, Sara sintió que algo había atravesado su estómago, ella podía observar como una especie de garra sobrehumana perforaba su región abdominal, ella solo gritaba del dolor, y comenzó a vomitar de la misma manera que Marie, ella en su esfuerzo de mantenerse erguida, trata de ayudar a Marie para poder salir de esa habitación, pero ellas no paraban de vomitar, sus entrenas ardían, trataban de salir de allí pero mientras se encontraban en el suelo sosteniendo fuertemente sus estómagos alcanzaron a divisar un aviso en la pared que se formaba en insectos y larvas de un color negro, estos mezclados en sangre y pus regocijándose en su propia asquerosidad, ellas querían ignorar el mensaje saliendo los más rápido posible de allí.
Pero descubrieron que la puerta no se habría por más que la forzaran, la golpearon varias veces pero debido al malestar y a la escasa fuerza que todavía conservaban se les fue imposible hacerle un solo rasguño, ambas voltearon la vista de nuevo al monstruo que se encontraba con ellas, solo para observar que la piel de su rostro se estaba derritiendo por sí sola, en cuanto toda su piel se derritió las dos amigas observaron su rostro, la pupila de sus ojos era completamente blanca rodeado de un manto negro y oscuro la cual vendría a ser su esclerótica, de estos brotaban extrañas figuras flexibles como mechones de cabello oscuro a través del parpado superior y el parpado inferior, su boca tenia dientes afilados como si fuese un depredador o un animal preparado para matar, sonreía mientras veía a Sara y a Marie retorcerse del malestar y la desesperación, la bestia empezó a conversar con ambas amigas, presentándose con su nombre: “SOTIMENRO”
Era el nombre de esa bestia con aspecto infernal, pero de entre todas las cosas que les había pasado a estas chicas, esa cosa era la única de entre tantas desgracias que había intentado mantener una conversación, ellas aun no podían encontrar una respuesta a lo que escuchaban, Sotimenro, les dijo que hace mucho tiempo no tenía visitas y se sentía realmente solo, lo decía con una voz gruesa y ronca como la de un oso al ejercer un rugido, el solo hablaba encogido en la misma esquina de la cual no se movía, repitió varias veces la frase “Todo va a estar bien”, con la misma voz aterradora, tanto Sara como Marie cubrieron sus oídos, no querían escuchar esa palabra, es como si esa cosa se burlara de ellas usando una frase que normalmente reconforta y asegura un futuro prometedor, Sotimenro seguía repitiendo esa misma frase una y otra vez sin parar, hasta que Marie se hartó y le grito: ¡¡DETENTE, POR FAVOR PARA DE DECIR ESO!!
Sotimenro, se detiene aun con la boca abierta manteniendo la misma sonrisa envuelta en sangre, ambas amigas descubren sus oídos lentamente y Sotimenro les habla preguntando en un tono sarcástico, la razón del porque detenerse cuando solo trataba de reconfortarlas, la criatura se ríe burlándose de las compañeras y luego les dice que la puerta no se abrirá hasta que el farsante este MUERTO.
Ambas amigas se observaron confundidas, el mensaje en la pared se volvió más claro de parte de los insectos el cual decía “¿QUIÉN ES QUIÉN?”, Sotimenro les dice que una de ellas fue cambiada en uno de los pasillos sin que la otra se diese cuenta, o realmente siempre fue una impostora desde el inicio, ambas negaron esa absurda suposición, pero Sotimenro les dijo que a estas alturas ya deberían saber de lo que es capaz este lugar, les pregunto si realmente negarlo cambia el hecho de que pueda ser cierto.
Ellas no querían desconfiar una de la otra, se mantenían firme a sus propios pensamientos, le dijeron que era imposible pues estuvieron juntas desde que comenzaron a vivir ese infierno, Sara le pregunto la razón de por qué están aquí, de por qué están pasando por todo esto, le pregunto si podían escapar de este lugar, pero Sotimenro le dijo: “No pueden escapar de este lugar…”
Después de escuchar eso, Marie le dijo que no le creía, que no podía ser cierto, lo decía mientras temblaba y conservaba una mirada perdida en su rostro, Sotimenro se reía al ver la desesperanza en el rostro de ambas amigas, les dijo que debían creerlo, les explico que era demasiada coincidencia que las dos hayan llegado justamente a esta habitación en donde se les pide a una matar a la mentirosa, les pregunto: ¿Cómo sabes que no sigues en una prueba?, esas palabras resonaron en la cabeza de ambas, desde que comenzaron tanto Sara como Marie vieron facetas de ellas que nunca conocían, como si fuese la primera vez que se observan, pensar en algo como una traición era probablemente posible, el lugar en donde se encontraban no solo les demostró cosas inexplicables, si no también hazañas imposibles que superan el entendimiento humano, solo preguntas pasaban por la cabeza de Sara pero al mismo tiempo trataba de buscar una solución razonable
-¡¿Cómo confiar en alguien como tú?!- Le preguntó Sara asustada y enojada.
-¿Cómo confiar en alguien como ella?- Le respondió Sotimenro, con la misma voz aterradora.

Sotimenro le dijo que ella tenía el cuchillo en la mano, le pregunto si podía asegurar que cada acción que tomara realmente era suya, que si no formaba parte de los planes de este lugar, lo mismo fue dirigido a Marie, Sotimenro dijo que en cualquier momento una pudo haber matado a la otra, o al menos eso era lo planeado de este lugar hasta llegar a este punto donde se revelaría justamente eso, cada palabra que decía tocaba los pensamientos de Sara y Marie las cuales negaban con todas sus fuerzas dichos comentarios, Sotimenro no paraba de teorizar sobre sus supuestas traiciones, Sara sostenía con fuerza el cuchillo, sabía que esto solo empeoraba la situación para Marie, incluso Sotimenro les dijo que si eran capaces de confirmar si ellas mismas eran las verdaderas, las hizo dudar hasta de su propia existencia, Sotimenro alzo la mirada hacia ellas y les hizo una sola pregunta: ¿QUIÉN ES QUIÉN?
Fin del documento 1.
 
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