Cuando la Tierra tembló
En un azul planeta con un extenso y único continente, habitaron una vez unas criaturas que, aun siendo humanoides, eran criaturas terriblemente aterradoras. Llenas de un pelo suave pero viscoso, con unas alas de polilla que cubrían sus espaldas. La mayoría alcanzaban los dos metros de alto. Eran bastante humanoides. Podrían haberse considerado humanos peludos con alas de no ser por su falta de cuello y la forma de su cabeza. (Para explicarlo bien, es como si en lugar de haber cabeza, hubiese cuerpo, solo que los hombros más metidos). Sus ojos grandes, separados y negros y su boca amplia y con dientes afilados los hacía sin duda capaces de sobrevivir a aquella época.
No se sabe cómo aparecieron allí, solo se sabe que, si bien eran originarios de ese planeta o habían llegado, eran criaturas primitivas, pero avanzadas hasta el punto de poder hacer pequeñas tribus. Dentro de una de esas tribus nació una pequeña criatura. Una cuyo destino, para bien o para mal, fue sellado.
8 años tras el nacimiento de la criatura, esta fue atacada por unas criaturas extrañas. Mucho más humanoides en comparación con los humanos. Su piel era de un tono mas amarillento, y sus ojos grandes y profundos. Estas criaturas atacaron al pequeño ser y se lo llevaron a una cueva, donde lo golpearon hasta dejarlo inconsciente.
La tribu no tardó mucho en seguir el rastro de las criaturas, y cuando encontraron el lugar, atacaron y masacraron a casi todas las criaturas que había. Rescataron al pequeño hombre-polilla, pero, la naturaleza de la tribu, mucho más pacífica que esas criaturas (Y que los humanos, en comparación) les impidió abandonar a una pequeña cría de esas criaturas.
Y tras varios años, esa criatura se convirtió en, si no mascota, fiel compañero del pequeño secuestrado. Este último tenía 15 años, y su fiel amigo 9 cuando una tragedia sacudió el planeta en el que estaban, cuando una criatura cayó en la tierra, una criatura enorme y hecha de maldad, una entidad que emanaba fuego rojo y que ansiaba la destrucción: Zalgo.
La fábrica de las mafias
Mothman entró a la fábrica sigilosamente, allí pudo ver a unos hombres de procedencia rusa armándose con fusiles de asalto AK-112. Un hombre americano y anciano se encontraba con ellos. Este les exigía el pago por las armas suministradas. No hablaba de los fusiles, sino de 3 armas increíblemente futuristas que tenían 3 individuos.—Creedme, si me matáis, podéis rendiros ante vuestros rivales, porque el SCP os hará mucho mas que eso.
El mafioso le miró sonriendo y le disparó en el pecho, con un acento ruso dijo:
—No me da miedo tu SCP, acabaremos con ellos y después con él. —Un disparo a la cabeza terminó con la vida del anciano.
El disparo enfureció a la banda rival compuesta por gente de nacionalidad americana e italiana. Estos avanzaron por el lugar armados buscando a sus rivales. Mothman entonces, sigilosamente se acercó a uno de los rusos con arma experimental, le agarró de la boca y se lo llevó volando hasta una viga que había en lo más alto de la fábrica. Le noqueó y lo dejó inconsciente encima de la viga. Cogió el arma y la observó detenidamente, intentando comprobar que podía hacer sin gastar la munición.
Los dos adolescentes entraron en la fábrica, el chico iba con una tubería de hierro que había cogido y afilado, la chica con un tablón de madera que había cogido cerca de allí. Sin venir a cuento, la chica susurró a su pareja.
—Quería decirte una cosa.
—Dime.
—Creo que aún no estoy preparada para eso.
El chico la miró con cara de "este no es el mejor momento para decir eso", pero después sonrió, se apoyó en la pared y entre risas dijo.
—Me alegro de que me lo digas.
—¿Por?
—Yo tampoco lo estoy. Pero ahora no es momento de hablar de eso.
—Es que tenía que decírtelo.
—Vale, pero ahora, calla, mira.
Ambos se asomaron por una esquina y vieron a un hombre armado con un fusil de asalto, el chico no pudo evitar soltar un suspiro y este les oyó, corrió hacia ellos, les miró y apunto. El chico se puso delante de la chica, para protegerla, cerró los ojos y...
El origen de Mothman
Cuando Zalgo llegó al planeta, trajo con él una ola de destrucción. A pesar de su gran poder y su inmenso tamaño, pues era una criatura tan grande como un edificio, con cuatro brazos enormes, muchos tentáculos en su espalda y fuego rojo de maldad en su cuerpo, la tribu, aún en considerable inferioridad se enfrentó a la criatura.Estos sin embargo no tuvieron nada que hacer ante el poder de Zalgo, quien les destrozó sin problemas. Zalgo, aun así, quiso ir más allá y empezó a sembrar el planeta de la más pura maldad, con lo que todas las criaturas del planeta sufrieron una transformación horrible. Todo se convirtió en caos, todo salvo dos pequeñas criaturas cuyo corazón era puro.
El pequeño Mothman y su amigo, quienes, eran tan puros que pudieron resistir al mal de Zalgo. Este, ahora debilitado, con un tamaño de unos dos metros, golpeó a la mascota de Mothman y agarró a este, le miró con odio y lo lanzó. Mothman cayó herido, Zalgo extendió su mano hacia él y disparó un rayo. Mothman, no pudo cerrar los ojos ante tal visión. Sin embargo, su fiel compañero se puso ante ambos y el rayo le dio a él.
Mothman quedó cegado al ver como su compañero se encorvaba ante el rayo, como los dedos de este se convertían en garras, como su piel se hacía delgada y pálida mientras gritaba de dolor, Zalgo entonces paró y miró a la criatura que acababa de crear. Absorvió la maldad del planeta y no lo destruyó, sino que se fue. Sin embargo, restos de su maldad quedaron expandidos por el planeta, restos que controlarían a la gente y que les haría saber que el volvería.
Mothman miró a su antiguo amigo, quien se levantaba lentamente, entonces, una visión le atravesó la mente, sería atravesado por las garras de ese monstruo que una vez fue su amigo. Entonces extendió sus alas y huyó buscando algún sitio en el que refugiarse. Así ambas criaturas fueron afectadas por Zalgo de tal forma que su esperanza de vida se alargó considerablemente.
Una alianza
Mothman cayó tras el mafioso y lo estampó contra el suelo, miró a los adolescentes y estos se quedaron perplejos ante Mothman. Quien les hizo un gesto de "silencio". Estos, aterrados por el monstruo, obedecieron inmediatamente. Mothman entonces dijo:—¡Esconderos!
Mothman entonces vio como tres mafiosos se acercaban a él y le rodeaban. Miró a sus atacantes y esperó hasta que uno de ellos gritó:
—¡Disparad!
Mothman entonces levantó sus alas y una nube de un polvo marrón emanó de él y cubrió a los mafiosos, que se echaron hacia atrás y, cegados, comenzaron a disparar sin objetivo. entonces Mothman entre la nube de polvo formada golpeó a uno de ellos, agarró a otro y lo lanzó contra el tercero dejándolos noqueados. Tras salir de la nube de polvo vio a otro de los mafiosos, armado con uno de las armas del SCP, disparó a Mothman y un rayo golpeó a este electrocutándolo.
Mothman gritaba de dolor mientras el mafioso se acercaba y sacaba una pistola con la que dispararía a Mothman, pero antes de que pudiese disparar, una tubería le golpeó en la nuca y cayó al suelo, este se giró y vio al chico, asustado de no haberlo noqueado. El mafioso apuntó con el arma a este, pero Mothman le agarró por la espalda y lo lanzó hasta una lejana pared, matándolo en el acto. El adolescente cogió la tubería y, con miedo, dijo:
—Hola, soy Vincent, ¿Y tú? ¿Tienes nombre?
—Me llaman profecía, maldición, agente del caos, pero mi nombre, al menos, el que recuerdo, es Mothman.
—Vale... ¿Qué eres?
—Soy un ser que ve el futuro, un futuro que quiero evitar, un futuro de muerte.
—No inspiras mucha confianza, ¿Sabes?
—¿Por qué me has salvado?
—Porque no nos mataste.
—Yo estoy a favor de la vida, no de la muerte.
—¿Y qué coño está pasando?
—El arma que tenían, la de rayos, hay otra, tengo que destruirlas.
—Te ayudaré.
—Solo eres un chaval.
—No es la primera vez que veo un monstruo.
—¿No?
—Un payaso.
—¿Y tu novia? ¿Vendrá?
Sarah apareció con el arma eléctrica, que tenía escrito en el borde: "The Bell 2"
—Iré.
El paso de los años
Las visiones de Mothman nunca pararon, vio como la humanidad crecía y vio como sus sueños eran las predicciones de sus desgracias, vio la peste negra, las guerras de Europa, la esclavización a la gente de raza negra de África, y, tras percibir 3 terribles tragedias de forma seguida: La 1ª Guerra Mundial, La llegada de Stalin al poder y la 2ª Guerra Mundial, decidió hacer algo para evitar la muerte. No podría evitar las tragedias que ocurrieron, pero evitaría las tragedias que pudieran pasar, juró que protegería a todos los inocentes que pudiera.Batalla en la fábrica
Las dos mafias estaban preparadas, los rusos buscaban a sus dos compañeros con superarmas mientras el tercero se preparaba. Los italianos empezaron a disparar y ambos bandos soltaron una lluvia de balas, pero de repente, un estruendo sonó y las balas cesaron. En medio de ambos bandos cayó Mothman rompiendo el suelo que pisaba. Ambos bandos miraron a Mothman y este, extendió sus alas y se dirigió velozmente a la zona de la mafia italiana, a la que hundió rápidamente dándole una brutal paliza.La mafia rusa se quedó apuntando esperando a que Mothman saliera, sin embargo, Vincent apareció en uno de los lados de la zona y gritó:
—Eh. Hola ¿Qué hace?
La mafia le apuntó y desde el otro lado, Sarah disparó la TB-2 y electrocutó no a uno, sino que a varios mafiosos que fueron afectados por una reacción en cadena. Al ver esto, el mafioso que también tenía una TB-2 apuntó a Sarah, pero Mothman salió volando velozmente, agarró al mafioso y le rompió el arma en la cabeza, destrozándole la cabeza. Empezaron a disparar a Mothman y este rizó su pelo y lo endureció, resistiendo los disparos.
Vincent cogió una de las armas que había en el suelo y empezó a disparar a los mafiosos desde una cobertura, en la que se cubrió Sarah. Mothman se movió lentamente hacia uno de los mafiosos y lo lanzó hacia varios. Con el apoyo de Vincent y Sarah, Mothman fue acabando con los enemigos hasta acabar con el último de los mafiosos.
—¿Ya está? ¿Se ha acabado? —Dijo Vincent.
Sirenas de policía rodeaban la fábrica, por lo que Mothman, sin mucha demora, agarró a la pareja de adolescentes y salió volando muy alto, por una de las ventanas de la fábrica, y dejó a los adolescentes en un tejado. Antes de que echase a volar, Vincent le dijo:
—¿Qué harás ahora?
—Un mal se avecina, tengo que encontrar a los otros.
—¿Los otros?
—Otros como yo, seres que pueden enfrentarse a lo que se avecina.
—¿Y que es lo que se avecina?
—Viste al payaso ¿No?
—¿Como él?
—Mucho peores que él.