El mar de los sueños

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Miron
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XIII. Y así, todo será parte de todo en el punto original donde surgió. En una no- existencia contenida, Alfa potencial y Omega conclusivo por la eternidad

Corro sobre la opaca arena de mi Isla de Ensueño: se siente como ceniza más que como arena. Sobresalen unas imponentes rocas de color negro, son ásperas y afiladas; tienen inscritos pasajes de mi vida... los puedo ver y recordar. Incluso parece que hablan de mi futuro. Pero no quiero saber eso.

Traspasé La Puerta para estar aquí, encontrar la Isla de Ensueño del abuelo y lograr que vuelva de su conmoción catatónica.

Busco alguna manera para embarcarme en las aguas del Mar del Sueño

... del sueño donde encontré La Puerta recuerdo muy poco: ahí tenía 7 años y estaba en la Casona Polvo. En la oscuridad, mamá me llevaba en sus delgados brazos hasta a mi habitación. Me cantaba algo:

No desfallezcas, pronto el sol saldrá.

No habrá más muerte, llanto ni oscuridad.

Lo que se ha separado, reunido volverá;

En un cielo nuevo, una tierra nueva y una nueva humanidad.

En un cielo nuevo, una tierra nueva y una nueva humanidad.


No desfallezco y sigo corriendo y mirando a mi alrededor.

Hasta que encuentro aquello.

Me detengo, contengo el aliento, el corazón me late a mil por segundo.

Cuando mamá empezó a enseñarme cómo trabajar la madera, recuerdo que mi primera fue hacer una escultura de madera que representaba el episodio cuando Jesús calma la tormenta. Tendría ocho años.

Aquello resultó una monstruosidad. No eran apóstoles ni era Jesús, eran toscas abominaciones hechas con impericia y con caras deformes.

Con mucha vergüenza enterré la pequeña talla cerca de ese árbol retorcido y siempre seco asentado en la loma enana sobre la cuál se alza la Casona Polvo.

Ahora, eso: la fea barca estaba frente a mí, pero en una versión de tamaño real, las representaciones grotescas de los 12 apóstoles y de Jesucristo están sobre ella.

Dios mío, son realmente horribles.

... pero aún así representan aquello sagrado y sempiterno

... oigo o parece que escucho algo; una palabra que jamás he escuchado...

Nóctido

... ¿quién lo dijo?... ¿uno de los apóstoles?

He decidido utilizar la barca monstruosa... aunque no estoy seguro de lo que hago.

Las figuras de madera se trozan al hundirles los dedos, están húmedas, huelen a tierra mojada y salen de ellas gusanos e insectos que se arrastraban violentamente por sus vidas... lo único sólido es la barca y al fin la empujo para abordarla.

Estoy ahora en las aguas del Mar del Sueño. No sé dónde me llevarán, no sé si hago lo correcto para salvar al abuelo.

XII. El propósito del Descendiente es desencadenar el Apocalipsis que logrará contraer El Sistema entero hacia su punto original, el mismo desde el que El Demiurgo inició la creación

Empieza a anochecer. Puedo ver una luna que no se percibe como tal. ¿Es acaso una creación del Rey Hypnos o ya estaba ahí desde el inicio de los tiempos? Sus manchas parecen semejar una cara burlona.

A veces me pregunto, desde que papá reside en mi ojo ¿a quién estoy sirviendo realmente? ¿A Dios?... Cristo: tengo un Fragmento de Oscuridad en mi ojo tuerto... que es mi padre precisamente.

Para el mundo, mi padre, Abraham Polvo murió en el 2005 inmolado en su cabaña, fuera de la ciudad de Novacruz desesperado por perder a su esposa en un accidente automovilístico y tenerme en coma, entre vivir o fenecer.

Pero yo sé la horrible verdad. Él se inmoló en un ritual ocultista para transformarse en un Fragmento de oscuridad: La Lágrima Negra.

Nóctido

... vuelvo a escuchar... ¿qué rayos fue eso?

...

Algo ha golpeado la barca

... Sí. Otra vez, es un golpe ligero...

Me asomo, en medio de la oscuridad logro descifrar aquellas formas que se mueven constantemente flotando: son un estuche y una tabla larga de color blanco. Con trabajo he subido ambos objetos.

La tabla es delgada y su borde denota que fue quebrada. Tiene algo escrito: una especie de glifos arabescos mezclados con runas vikingas, el resultado es irreal pero estéticamente bello. El estuche, que alargado y que puedo abarcar con una mano también cuenta con éstos mismos caracteres.

Lo abro: de su interior se libera una fragancia deliciosa. Contiene un pequeño telescopio extensible de mano, una lente de cristal violeta para el mismo artefacto visual... y un trozo de tela el cuál desenvuelvo.

Un grabado.

Es un trabajo realmente asombroso. Representa a dos hombres, aunque parecen cazadores bosquinanos sus rasgos son muy finos.

En medio de ellos, en segundo plano hay unos cuerpos apilados unos sobre otros... son humanoides con características... Jesús:de peces o batracios escamosos, con dedos palmeados y repulsivas caras de bocas anchas y ojos acuosos.

Hay una firma o mensaje con el mismo tipo de caractetes extraños.

Algo más golpea la barca. Siento mi cuerpo frío... ¿porqué? Por mi mente se ha disparado un pensamiento desagradable: algún navío ha sido destruido por una tormenta que probablemente viene hacia acá.

Pero el mar está en calma

... oigo de nuevo ese golpe sordo. Mi curiosidad me vence y al fin me asomo a ver.

La sangre se me hela: se trata de un brazo mutilado.

Éste parece acariciar la barca para después alejarse, ser llevado por el mar hacia un rumbo desconocido. No quiero ni ver cómo se aleja, flotando, muerto, manando aún sangre, poco a poco, poco a poco...

Estrujo el pedazo de tela como si fuese el rosario que me dejó abuelo. Tengo miedo, estoy helado y empiezo a temblar, mi mandíbula se mueve de forma incontrolable.

Cierro los ojos.

XI. Por milenios, El Descendiente recurrió a un ritual que inició revelándose a un astrólogo de Caldea de nombre Abram, después a un libertador llamado Moisés y siglos más tarde encarnose conocido así como Jesús llamado Cristo

Despierto.

El cielo es gris con tonalidades de azul rey y purpúreas. Por el horizonte se está asomando el sol... un sol.

Es raro pero no siento hambre, sí siento un vacío en el estómago pero no la necesidad de comer. Siento seca la garganta, mas no la necesidad de beber. Me quito el vendaje improvisado, ya no sangro.

Me pregunto qué sucederá si muero aquí.

La barca, en ese movimiento hipnotizante de alta mar va de arriba abajo, arriba a abajo.

— ¡Arriba, abajo! — me decía mamá, mientras me cargaba y me levantaba y después me hacía bajar para volver a hacerlo.

Recuerdo su sonrisa y cómo reía. Yo tendría 6 años y no me gustaba que lo hiciera. Noté que ella siempre esperaba de mí algo cuando hacía se juego conmigo. Tal vez que riese con ella.

En una tarde lluviosa de febrero, lo volvió a hacer pero, al ver mi expresión, supo que no lo disfrutaba como ella. Solamente me bajó de vuelta al suelo, suavemente. Noté su tristeza.

Mamá era una mujer alegre e idealista. Cantaba, tocaba guitarra, hacía unos tejidos realmente impresionantes, unas pinturas de colores vivos; tenía una visión testaruda y hasta ingenua y peligrosa de cosas delicadas como el amor, la Magia y la religión. Tenía un espíritu romántico de rebelarse por simple gusto, lo que se dice una auténtica artista... ella me enseñó trabajar la madera para crear miniaturas.

Lo que sí me preocupa ha veces es acerca del alma de mamá. Es decir, estaba tan enemistada con Dios y su Iglesia... ¿dónde estará ella, será acaso un alma en pena?

... Dios. Está atardeciendo, ¿cómo? ¿Cuánto tiene que desperté?

X. Los Arcanos necesitaban de la fe de los humanos para alimentarse. Así, en cada uno mora la chispa divina del Descendiente lo que propició su posterior evolución

Uso el catalejo, miro a través de el. No hay na

¿Qué es eso?

¿Lo he mirado bien? ¡Una persona a la deriva!

Utilizo la alargada tabla blanca como un remo improvisado para acercarme.

Cristo. Se trata de una chica, flota asida de un madero; su aspecto es deplorable, tiene la mirada perdida. Debe de creer que soy un tipo de alucinación.

Entorna sus ojos y comienza a... comienza a llorar.

— ¡AYÚDAME!— grita con desesperación —. ¡No dejes que venga por favor!

>> ¡Ven, por favor, te lo suplico!

Dios mío, debí seguir derecho; ella no es mi problema pero...

"¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?" Él contestó: "El que practicó la misericordia con él". Jesús le dijo: "Vete y haz tú lo mismo."

El proceso para subirla fue difícil pero con una oración y alistando los pocos músculos que tengo logro que aquella desdichada suba a la barca que se tambalea peligrosamente pero la operación es exitosa.

Deduzco que es una sobreviviente del barco de donde salió la tabla blanca y el catalejo. Realmente me ha extrañado que sepa hablar español ¿será acaso una Soñadora? ¿De dónde será?

A mi mente vuelve esa mórbida imagen del brazo cortado.

— Es una extraña luz... veo las estrellas negras.

Debe de estar alucinando, debió sufrir una experiencia en verdad terrible.

— Estrellas negras...

¿Qué haré ahora? Ahora llevo una inesperada compañía ¿cómo me permitirá Dios sortear éste extraño designio suyo?

— Era de noche... --dice al fin--. Yo cantaba, la la la la la —cierra los ojos mientras tararea, moviendo su mano con lentitud—. Cuando de pronto la vimos flotar sobre el mar, bajo ella brillaban luces fantasmales... ah, qué hermosa era, qué bella. También cantaba... su canto era la de las esferas celestiales.

¿Estará delirando? ¿Revive aquello terrible que sucedió?

La la la la.

>> Alguien gritó: ¡desvíe la dirección, de inmediato! ¡Nos ampare Hypnos: es una Diablesa de Lam!

>> Y cuando dijo ésto todos enloquecieron del miedo, todos, todos... Volteé y mi amado Cedric estaba preso por un trance y miré alrededor. La mayoría lo estaba.

>> Y los que estábamos posesos perdimos todo pudor —ríe como si se tratase de algo divertido. Me ha repugnado—. Nunca jamás había visto tanto dedorden, sólo el sacerdote y algunos mayores resistieron la canción de la Diablesa de Lam. La la la la...

Sigue moviendo suavemente su pequeña mano de aquí, para allá; la deja caer con cansancio, está agotada.

Quizás morirá aquí y tenga que echar su cuerpo al mar, lo que más me afecta es sucederá sin la asistencia de los sacramentos finales.

Con el catalejo miri para un lado y otro. Debe de, tiene que pasar algún otro navío o un bote salvavidad y ayuden a ésta dama. Ella no es mi problema y no soy un héroe.

— Cedric...— empieza a decir, inconsciente.

Que incómodo y desesperante. Dios mío, por favor te pido que mandes a alguien que rescate a ésta pobre hija tuya.

— Oh, Cedric.... ni el cura puede sacar el demonio en ti. Ni los golpes detienen tu encendida pasión.

Ésto es desagradable. Estoy tentado a arrojarla de la barca de una buena vez.

— Después, Cedric se arrojó al mar a buscar a la Diablesa de Lam. Muchos saltaron enloquecidos.

>> Vi como los niños y las doncellas virtuosas empezaron a sangrar de la nariz, oídos y ojos y cayeron muertos al instante. Les fue bien —empieza a reír desquiciadamente, yo que sólo la había escuchado ahora le miro. Me ha causado miedo—. Tomé el Elixir de las Lenguas por si pasaba por mí un navío extranjero.

>> Él me dejó encinta —dice con preocupación para después sonreír siniestramente—. ¡Las demás mujeres encintas abortaron! ¡Pero en mi interior tengo vida! ¡VIDA!

>> ¡Y ya viene lo puedo sentir!

Mientras ríe, la loca empieza a convulsionarse, retorcerse, gesticular en el aire. Su cara se deforma tomando rasgos de bestia, de monstruo, de un hombre ancestral, de demonio. Ya no ríe sino que gorgotea repulsivamente como animal ahogándose.

De pronto, con el sonido de carne, huesos y músculos desgarrándose puedo ver cómo de su espalda surge una línea vertical de sangre que mancha su ropa y súbitamente, con aún más sangre brotando a raudales, un obsceno bulto surge de luchando por salir.

Yo solo puedo observar aquél dantesco espectáculo presa del intenso pánico, el insondable miedo a lo desconocido, el inenarrable horror.

Por fin una silueta oscura surge de la pobre mujer, es humanoide y extremadamente delgada, es una polilla, un murciéleago, un ave carroñera de aspecto mórbido. De su cartilaginoso cuerpo mana una brea negra y emponzoñada, yo sólo puedo caer muerto de miedo ante el infernal engendro que crece más y más.

Al fin, la cosa sin nombre despliega sus alas carnosas. Gira su cuello para mirarme. En medio de la oscuridad sólo puedo apreciar un par de ojos rojos y encendidos. Y se queda en silencio y ese silencio parece devorar todo sonido en el cosmos.

Me contempla. Jesucristo, Jesucristo.

Con un brusco movimiento que hace tambalear salvajemente la barca y a toda velocidad, la criatura ha salido disparada al firmamento nocturno sin siquiera batir sus inmensas alas y se pierde en las alturas.

Todo se nubla, todo es oscuridad.

IX. Y los Horrores Arcanos maldijeron a los Vástagos y así devinieron en hombres y mujeres de piel. Pero otro mal inmensanente mayor había caído sobre El Sistema: La Oscuridad

Despierto nuevamente. Es de madrugada.

Aquello no fue una pesadilla, sobre la barca está el cadáver de la desconocida, que viajaba en un barco, que tenía un amante llamado Cedric, que fue víctima de una Diablesa de Lam y fue madre de una monstruosidad obscena.

La empujo hasta arrojarla al mar. No quiero verla, deseo que se pierda en éstas aguas malditas.

Se aleja, poco a poco.

Hay sangre en la cubierta. Ayudado del retazo que era parte de mi suéter lo uso para poder limpiar con agua de mar los remanentes de aquella noche pesadillesca, cruel y enloquecida.

Sigo rezando por la pobre mujer: Señor, dale una morada en el Cielo a ésta hija tuya.

Aunque haya vivido en pecado acógela en tu santo seno. Jesucristo, no le niegues su casa a ésta alma.

Que interceda por ella la Santísima Virgen María, que interceda por ella San Pedro y San Pablo así como los santos apóstoles; que interceda por ella San Juan Bautista, la sagrada corte de los santos y beatos que cantan eternamente tus himnos y gloria, y los dulces ángeles mensajeros...

Un sábafo en que abuelo no estaba, mamá me llamó a la cocina. Tenía su guitarra, esa misma que empeñó el abuelo años después de la muerte de ella y de la transfiguración mi padre.

— ¿Quieres escuchar una canción, Isaac? —me preguntó, realmente yo no quería. Esperaba verla con un rosario y que me preguntase "¿Quieres rezar?"

No deseaba herirla y asentí. Ahora mi mente me tortura con la memoria de esa canción:

Ahí viene el sol.

Ahí viene el sol.

Y yo digo: todo está bien.

Cariño mío, ha sido un largo, frío y solitario invierno.

Cariño mío, se siente como si hubiera durado años.

Ahí viene el sol...


Percibo un cambio en la luz mientras sigo tallando la sangre y tal como cantaba mamá, ahí viene el sol. Pinta de rojo, naranja y violeta el infinito cielo oscuro; las estrellas empiezan a desaparecer y esa canción que cantaba mamá sigue resonando en mi cabeza.

Me pongo de pie, es un espectáculo hermoso pero profundamente desesperanzador. Ya no quiero estar aquí, ya no quiero más estar aquí.

Grito.

Sé que nadie me escucha, que soy un alma maldita en medio de una nada onírica, extraña, blasfema.

Cariño, las sonrisas han vuelto a los rostros.

Cariño, parecía como si la luz no hubiera existido en años.


Vuelvo a gritar invadido por la desesperación, el temor, la incertidumbre de que éste anárquico y espantoso mundo sea mi tumba y jamás vuelva al lugar de donde salí. Ésto deben de sentir los recién nacidos al ser expulsados del vientre materno.

Quiero gritar hasta quedarme sin aliento, hasta morir, hasta fundirme en La Nada. Si pudiera, incluso lloraría.

Ahí viene el sol.

Ahí viene el sol.

Todo está bien, todo está bien

VIII. Así que los Arcanos se infectaron con La Oscuridad para tener poder sobre la decadencia y la muerte. Y asesinaron al Demiurgo mientras descansaba


Deseo en éstos momentos despertar en la Casona Polvo, en el mundo donde pertenezco, en la malditanente atea ciudad de Novacruz.

Me hubiera gustado nacer en un lugar cercano a una iglesia e ir con mis padres y el abuelo a la misa cada domingo. Una vez, abuelo me contó de cómo es la Iglesia en distintos puntos de la República.

Dijo que hay grupos para jóvenes y me sorprendí al saber de jóvenes que se interesaran en servir a Dios dentro de su Iglesia.

Estábamos arreglando el taller artístico de mamá, era el 2006. Yo contaba con 10 años, tenía voz y ya estaba tuerto.

Abuelo me contó:— Es como si supieran que están enfermos y que necesitan de un hospital y un doctor... la Iglesia y Jesucristo respectivamente.

— Yo mismo asistí a la Acción Católica — rió entre dientes—. Me obligaba tu bisabuelo Caín, que Dios lo guarde.

>> La iglesia donde íbamos era una parroquia hermosa, era blanca, grande, con una torre para campanario con un gran reloj en la parte más alta, el mecanismo todavía funciona hoy.

>> Ahí es donde conocí a Judith tu abuela.

Abuelo no hablaba mucho de quien fue su eposa, tengo la imagen de que era una mujer buena a la que el amó mucho pero, por mis propias deducciones, creo que murió violentamente.

Quizás esa pérdida influyó mucho en él para convertirse en Sabueso Nocturno.

Una vez vi una foto de ella, debió contar con veinte y tantos años, era de rostro cuadrado, labios delgados y cabello ondulado, largo y negro, ojos grandes y probablemente cafés. En esa foto miraba hacia arriba como si Dios le hablase.

Los Polvo siempre hemos estado envueltos en una especie de aura siniestra.

El primer Polvo que se conoce, Seualotl Ixtliltik, antes de bautizare como Saúl Isacar Polvo era lo que se conoce como un hechicero, otros rumores incluso lo tratan de brujo consagrado al pavoroso demonio Tezcatlipoca.

No es lo mismo un hechicero que un brujo, ni éstos lo mismo que un mago. Los tres sólo comparten en común el uso de la Magia y hasta ahí.

El mago no sólo practica la Magia sino que la convierte en un estilo de vida de severas normas de conducta misticista y dominar las leyes ocultas del cosmos y sobre las correspondencias de todos los planos de existencia. El máximo ideal de un mago es La Ascensión: convertirse en una especie de ser casi deidad.

Papá se transformó en la Lágrima Negra para que yo alcanzara dicho estado... ¿habrá alguien que lo haya logrado?

El hechicero es alguien que tiene algunas nociones de cómo trabaja la Magia mediante rituales y saberes fragmentarios de lo oculto que mayormente son supersticiones.

El brujo, en término simples, es un enemigo declarado de la humanidad.

El brujo ha vendido el alma algún Horror Exterior a cambio de poder y conocimiento mágico para que el pacto impío perdure estará obligado a llevar a cabo actos aberrantes de todo tipo. Nada que ver con la leyenda rosa que los actuales cultos neopaganos quieren que el mundo se trague.

Existe el consenso tendencioso entre académicos ignorantes de lo oculto que los brujos eran simples adoradores de deidades paganas. Pobres ingenuos.

De ser así que expliquen porqué en la Roma del año 186 antes de Cristo el Senado ejecutó a 7000 bacantes, adoradores de los Misterios de Baco, bajo la sospecha de que sus prácticas habían degenerado en brujería que incluían canibalismo, blasfemia y demás horrores.

O los paralelismos entre Europa y Japón en la cuestión brujeril: ambos territorios dieron por buenas la existencia de los pérfidos diablos familiares; en un continente les confirieron formas de sapos, lechuzas y hasta lobos, en el país del sol naciente, la de serpientes; pero en la práctica representaban lo mismo: asistentes demoníacos en la labor del brujo para diseminar la muerte, la enfermedad y la locura.

Ambas culturas acreditaron la capacidad brujeril para convertirse en animal: en Europa nace el mito de el hombre lobo y en Japón el de las brujas que se convierten en zorros; en México es el pavoroso brujo que se convierte en ave nocturna que va a por la sangre de los infantes... y ésta creencia estaba arraigada antes de la llegada de los colonizadores españoles.

Después, las fuerzas del Mal facilitaron casos como el de los procesos de Salem, Massachusetts en 1692 cuyo propósito no fue otro que desacreditar a los cristianos y de paso, ningunear a la amenaza brujeril relegándola a...

Santo cielo, me he perdido en mis propios pensamientos. ¿Será que ya estoy empezando a delirar? El arcángel Uriel parece que enloqueció cuidando éste Mundo Onírico y se transformo en Hypnos el Emperador de los Sueños.

Saludad: Yo soy el emperador de los sueños;/ Me he coronado con el sol de un millón de colores - C. A. Smith


Mi mente está ofuscada; en un intento para aligerarla, me asomo para mirar el agua del mar.

Lo noto entonces bajo las aguas... es borroso, se acerca poco a poco.

El cadáver de Saulo Isacar Polvo surge del abismo acuático y se desplaza como un mal espíritu en la noche hacia mí. Su piel está roída y se levanta bajo el agua, puedo ver sus dientes sin labios así como sus cuencas vacías son infinitos abismos oscuros. Encaja sus garras pútridas, muertas y húmedas en mi rostro, aproxima su cara roída y mórbida a la mía. No puedo gritar.

— Deja de soñar. ¡Tonto! — dice con voz de ultratumba.

Vuelvo a la barca, sigo en ella.

Ahí están las agua del Mar del Sueño agitándose mientras las observo. Mi imaginación me ha propinado otra mala jugada.

Miro mi reflejo en el mar, parece el de un condenado, el de un fantasma, el de un loco... el de el cadáver viviente de Saulo Isacar: el hechicero, el brujo, el converso al cristianismo y portador de la semilla maldita de los Polvo.

... Dios mío. Creo que estoy delirando.

VII. Los Vástagos impresionaron a los Arcanos y poco a poco les temieron porque tenían libre albedrío. Así,los veleidosos Arcanos se sintieron insultados por El Demiurgo

Ha empezado a llover. Siento la ropa húmeda, el viento frío soplando. Al horizonte se levanta la niebla.

Empiezo a recordar el sueño en el que encontré La Puerta... también hubo viento, mucho viento.

Después de que mi madre cantara esa extraña melodía me sonreía.

Repentinamente escuché un sonido seco, sentí una especie de pulso, una ola expansiva interna y externa a la vez.

Al mirar a mamá repentinamente le estallaba el rostro. Me salpicaba de sangre, retazos de piel, fragmentos de huesos y trozos de su cerebro. Su cara tenía ahora un horrendo boquete sangriento, su maxilar se desprende. Escuché un sonido, un rugido, un fragor, un estallido que se hacía más y más grande, más y más intenso.

Con una explosión, el techo sale disparado a las alturas, succionado por un vórtice que parece un siniestro ojo negro, alrededor giran nubes grises fúricas, rabiosas, presas de ira homicida y sed de destrucción.

El cadáver de mamá sale disparado al tempestuoso monstruo que succiona todo a su alrededor, no hay más sonido que el viento enloquecido y el movimiento en espiral de ese demoníaco círculo de la muerte.

Corrí por mi vida mientras la casa era devastada y entonces la veo... La ventana.

No había nada en la ventana, sólo una negrura y vacío interminables. Esa era La Puerta, lo sentí en mi estremecido corazón.

El suelo empezaba a ser arrancado tabla por tabla, me encontraba en una vorágine de restos de madera, metales, pasto, tierra, vidrios y un sinnúmero de objetos más elevándose a las alturas.

Llegué hasta la ventana, la abrí dándome cuenta de que ya no era un niño.

Y sin mirar atrás me arrojé a esa negrura cuya existencia era más antigua que la noche. Caigo. Ahora vuelo, ahora soy arrastrado por el éter.

¿Es mi cuerpo lo que está en movimiento? ¿Es ésyo movimiento? No, es un eterno flujo, un imperecedero pulso que ha estado está y estará.

Mil soles, millones de universos e infinitos mundos son devorados por una luz de muerte y renacimiento. Es una estrella naciente cuyo estallido ha arrasado las fronteras del tiempo-espacio, los planos sutiles superiores y las esferas primordiales.

Ese fue mi sueño y esa fue La Puerta en la que llegué hasta aquí.

Sigo en medio del mar agitado por el viento y la tenaz lluvia

....

No es posible. Entorno mi ojo bueno

Me pongo de pie... ¡Tierra! Al fin he llegado a una Isla de Ensueño.

VIII. Y así surgieron Los Vástagos de cada fragmento del Descendiente. Y los luminosos y semidivinos Vástagos son los antepasados originales de los seres humanos. Después de eso, El Demiurgo descansó

Al fin la veo. El corazón me late enloquecido, casi quiere romperme las costillas y salir de mi pecho ¿será ésta la Isla de abuelo Jacób?

Al fin encallo en la arena de la playa.

Torpemente arrastro la barca sobre la arena, el viento sigue soplando fuerte aunque la brisa bien se ha detenido, no quiero que cuando suba la marea me quede sin transporte. Con las pocas fuerzas que tengo logro arrastrar la barca.

Ya está... algo me dice que será mejor girarla para que la parte delantera quede apuntando al mar. ¿Estaré paranoide?

A diferencia de mi Isla, la arena de ésta es de un color claro. Tengo la teoría de que ésta puede ser en verdad la Isla del abuelo, la niebla, el frío y la brisa pueden ser materializaciones de su catatonia: estar preso en sí mismo.

Sigo andando. Cruzando una ligera cuesta he llegado a un pastizal, es verde y largo y acariciado por el viento frío. Su olor es fresco pero, por extraño que parezca, transmite una gran tristeza, oigo ese sonido tan agradable de las altas briznas agitadas.

Parece que a medida que avanzo el cielo se oscurece más y la niebla se vuelve más densa.

Pienso en que tal vez encuentre un Horror similar al de la pobre mujer del naufragio peor: que el Horror me encuentre prim...

¿?

No estoy seguro pero creo que noté algo... una silueta. Una de tamaño grande. Miro de izquierda a derecha. Es en éstos momentos deploro el hecho de estar tuerto, vuelvo a revisar el paisaje.

Luego recuerdo que aluciné el cadáver viviente de Saúl Isacar Polvo enterrando sus zarpas muertas en mi cara.

Tengo que seguir.

Al fin veo algo... cielos, tengo que abrazarme para que el frío no sea tan molesto. Me acerco más

... no lo puedo creer.

Puedo divisar una magnífica réplica de la plaza central de la ciudad de Novacruz: la Plaza Mercaba. Es tan anchurosa como la original, he distinguido perfectamente el Palacio de las Siete Estrellas, sede del gobierno y sus dependencias.

Mientras recorro el lugar me doy cuenta que no hay ni una luz encendida en las edificaciones alrededor. Y no hay nadie. Ni un alma que transite por ésta elusiva versión de la Plaza Mercaba.

Me dirijo hacia el callejón bohemio cuando. De nuevo esa sensación

... ¿es que estoy enloqueciendo? Detecto algo, una presencia, una presencia furtiva.

...

Miro por todos lados esa presencia, me giro, camino despacio, vuelvo a girar.

No encuentro a nadie.

Pienso en la Lágrima Negra. En papá. Me pregunto si surgirá para ayudarme si acaso encontrase otra monstruosidad como la que salió de la mujer a la deriva.

Nóctido

... ¿lo escuchaste? ¿Lo dije yo?

VI. El Demiurgo engendró al último Arcano: El Descendiente al cuál le encomendó sacrificarse para que, de sus fragmentos, crear a un tipo de entidad digna para sus hermanos. Y El Descendiente así lo hizo

El callejón bohemio está reproducido en gran detalle: cafés, tiendas de música, de ropa, artesanías; florerías, joyerías, librerías, restaurantes, un negocio con pinta de tienda de antigüedades

... plazuelas ajardinadas, algunas con fuentes aunque ninguna borbotea agua: me ha sorprendido una donde una mujer tiene dos jarras de agua que vierte sobre la ancha fuente, es una obra muy bella. Fuera de algunos cafés encuentro mesas, sillas y sombrillas para comensales que les guste la buena cocina al aire libre

... no sabía que a abuelo le llamara la atención ésta parte de la ciudad.

Los puestos, todos están vacíos, sin mercancía alguna. Me ha llamado la atención el detalle de que hay objetos incompletos, acabo de pasar por una farola la cuál sólo tiene la mitad superior cual si flotase.

Doblo la esquina y encuentro algo que me hace retroceder para resguardarme.

¿Qué era eso? ¿Lo imaginé o lo vi realmente?

Oigo un ruido... una especie de croar apagado. Sin embargo, aquello no parece provenir de una garganta humana. Me asomo con cuidado, con el mayor sigilo del mundo.

Santísima Virgen... ¿qué es eso? Está tumbado, apoyando su espalda en la pared. Su cabeza es la de una especie de hongo ancho pero repleta de huecos de donde sale humo blanco. Tiene la cabeza ladeada por lo que es imposible verle faz alguna; como si fuese vello le crecen matojos de hojas, parece de planta de cannabis, de forma desordenada. Su cuerpo es bulboso e irregular y totalmente blanco; creo que puedo verle sus venas azules, sus miembros delgados y flojos.

Está tumbado, emanando humo. Yo sólo lo puedo ver con los ojos bien abiertos, las piernas me están empezando a temblar y las manos se me han enfriado de golpe.

Dios mío. Tengo que irme, alejarme de ése horror fungoso.

He vuelto a esconder la cabeza detrás del muro, me invade el sudor frío y mi corazón palpita con fuerza.

Doy un paso lentamente, después otro. Dios santo, que esa cosa no me oiga. Sólo puedo escuchar el palpitar de mi corazón.

Salgo de nuevo a la Plaza mayor de Novacruz.

Me llevo las manos a los ojos. Ésto no puede ser. No puede ser. Miro al cielo: totalmente gris, las nubes son tan espesas y negras como si la esperanza se hubiera desvanecido del mundo completamente.

De pronto. Una luz es amarilla y viva, proviene de uno de los establecimientos alrededor de la plaza, uno cercano a una parada de autobuses con esas pantallas que muestran publicidad.

Camino lentamente, despacio. Casi furtivamente.

Conforme me aproximo noto que hay sonidos; se escuchan voces: conversaciones frívolas y risas bobas, se escucha el sonido de pequeñas tazas, cucharas, pasos, bandejas... hay incluso música.

Me alejo para mirar aquél resquicio de vida, de ruido, de luz. En la puerta de madera con ventana en medio se puede leer un anuncio de "Abierto" y el nombre del lugar. Es un café.

Lounge Coffee

No hay nadie en el lugar.

Sigo escuchando los sonidos, ahí están claramente, la música sigue su extraño ritmo pero no hay nadie. Sólo un lugar con las luces encendidas, sobre las mesas están los servilleteros, menús, unos platos con sobres con azúcar... pero no hay nadie. Nadie.

¿Pero qué tiene que ver ésto con el abuelo?... No tiene sentido: no parece algo familiar al abuelo.

Regresa a mi mente la visión de ese monstruo fungoide y humeante, de piel pálida y venas azules, ¿qué representa en los sueños del abuelo? ¿consumo de marihuana, ¿el abuelo?

... ¿y si acaso ésta no es la Isla del abuelo?

¿Qué es lo que veo?

Me aproximo. La niebla no me permite apreciar bien de qué se trata... una silueta andante, sus pasos son cortos.

Camino un poco más.

En el extremo de la plaza, donde debe de estar la estatua del monumento al Patriota de Novacruz la silueta parece dejar algo en la base, se queda otro momento.

...

Por fin la silueta se marcha por donde vino.

...

Ya no se ve. Se ha ido.

Me acerco, la niebla empieza a ceder y distingo que esa no es la estatua de El Patriota.

Es algo muy diferente.

Representa a una joven de cabello corto y cara redonda, de anteojos; a su lado está una niña su cabello más largo, comparte la faz redonda de la joven que tiene junto... ¿serán acaso hermanas?

Ambas sonríen. En el pedestal hay una placa con una leyenda:

A Alison Cordero: inolvidable amiga.

A Lucía Ángela Cordero: pequeña gran soñadora.

Jamás debieron de morir.

Lo siento.

- Jessica Benz


Y en la base del pedestal hay una rosa.

María Santísima... ésta no es la Isla del abuelo. No quiero saber de quién es. Debo regresar ahora mismo a la barca e irme. Debo...

¡Esa maldita silueta! Esa presencia que pensaba una alucinación. Ahora la aprecio claramente, es inconfundible, la distingo. Cristo... ¡aquella presencia me está viendo!

Es impresionantemente alta; su rostro así como la mayor parte de su cuerpo está cubierto por vendajes negros y la poca piel que se le aprecia es gris y mancillada por innumerables cicatrices que le hacen manar sangre roja.

Sus alas quirópteras están rotas y flotan mecidas por el viento al igual que los negros y desgastados faldones de monje que le cubren las piernas. Gruesas cadenas oxidadas salen de su cuerpo recorriéndolo, terminan enterradas en sus brazos, piernas, abdomen, cabeza...

¡Es el temible Heraldo del Dolor del cuál ha hablado el sufí renegado Ibn-Aazar que sacrificó a su hija y esposa a la Oscuridad!
El Heraldo del Dolor se alimenta del intenso remordimiento, le llama la sombra de desgracia y muerte... Viene de las estrellas muertas errantes en las esferas celestes, aquellas que traen la peste, las sequías y las guerras... Crecerá en poder hasta materializarse en nuestro mundo. Una vez lo logre matará a quien le nutrió, tomará su alma y por la eternidad la torturará en el Infierno.
Se empieza a acercar sin mover las piernas y ahora empiezo a correr. Tengo que correr, Cristo; correr, correr, correr. Soy un alma que escapa del demonio en la noche de San Pedro Encadenado. De la temible sombra del páramo de la muerte, del desconocido horror antiguo. Oigo cómo el aire es desgarrado por su silueta fantasmal...

¡Que El Eterno nos proteja del Heraldo del Dolor!
Sin darme cuenta he llegado a los pastizales y después desciendo por la cuesta, todo bajo una presión suicida.

El viento se enrarece de pronto, empieza a caer la lluvia con insidia, con maligna insistencia, con enloquecedor ímpetu.

El viento sopla a mis espaldas, frío, hostil, cruel.

¡Allá, a lo lejos está la barca! ¡Está siendo arrastrada por la marea que ha crecido!

He logrado empujar la barca para impulsarla y salir. Sin pensarlo he tomado el madero largo, esbelto y blanco y sin detenerme lo uso para remar y salvarme de aquella amenaza de ultramundo.

Las olas me elevan, chocan salvajemente, el mar se ha convertido en una bestia fúrica e idiota.

Puedo ver la silueta del Heraldo en la lejanía, está parado en la playa observando cómo me alejo.

Por la violencia del mar embravecido he perdido mi remo, he perdido el catalejo, ambos se los ha llevado la monstruosa tormenta.

Una ola inmensa se alza y con ella la pequeña barca conmigo en su interior. Me elevo hasta mirar de nuevo la Isla de donde salí, después el titan de agua empieza a colapsar. Me aferro a la barca con todas mis fuerzas.

¡Estamos cayendo, repito. Caemos sin control!


Un estallido. Estoy siendo arrastrado por un remolino de aguas rabiosas y malditas.

Es el fin.

V. Hastiados de crear entidades de todo linaje, los Arcanos pidieron al Demiurgo crease una entidad para ellos cuidarla y demostrar su dignidad como hijos suyos. Y tenía que ser algo único

He sobrevivido a la tormenta... el cómo fue posible... no quiero saberlo. Tal vez papá, la Lágrima Negra surgió en el último instante y me salvó de morir ahogado.

Es de madrugada. No tengo ni fuerzas para voltear a ver el cielo. Estoy aferrado a lo único que quedó de la barca, flotando en el Mar del Sueño. Igual que la pobre desafortunada que dio a luz a la monstruosidad alada de ojos rojos.

La herida de mi muñeca se ha abierto, puedo sentir la sangre escapándose de mi cuerpo.

Me siento cansado, sin fuerzas; sin espíritu para seguir adelante. La cabeza me pesa y mis ojos quieren cerrarse... tal vez para siempre. Si perezco aquí, tal vez mi cuerpo físico, en la Casona Polvo, se desvanezca en el éter.

Y, Cristo, aquella palabra extraña
 
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