"No dejes que la abstinencia, combinada con las ganas de regresar, te haga humillarte de esa manera. No vale la pena. Voy a despreciarte porque ya no eres ajena a mis besos ni a mis versos, la musa a quien más deseaba recitar. Rompiste tus cadenas y me demostraste el tipo de uso que darías a tu libertad, del cual muchos dicen que me salvé, ya que demostraste quién eras en verdad. Fui un títere en tu cuento de amor. Me usaste y te marchaste sin decir lo siento. Pero sabes... Eres demasiado extrema en manipular mis sentimientos. Te amé como a nadie cuando me inspirabas amor en mis textos. Y ahora, amada mía, no te amo, ni te odio, mucho menos te detesto. Eso sería demasiado relevante para alguien tan irrelevante en mi proceso. Me provocas indiferencia, eso es lo más negativo que puedo sentir por alguien de tu condición, ya que me aborrecería si te odiara, porque solo llenaría tu vacío de darte atención."
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